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Tipos de colaboradores (o no colaboradores) en una organización.

En el escenario de los intangibles no queda otra que entrar en el terreno de las competencias tratando de identificar el cuerpo de variables que hacen más sólidas a las organizaciones y proyectos.
Colaboradores en una organización

En el escenario de los intangibles no queda otra que entrar en el terreno de las competencias tratando de identificar  el cuerpo de variables que hacen más sólidas a las organizaciones y proyectos.

Competencias que “tirando del hilo” llegan a una vía por la que camina el espíritu emprendedor, gran valedor del esfuerzo en innovación y de la estrategia de capital intelectual.

No es lo mismo encontrar entusiastas que creativos ni que emprendedores, al final lo que se plasma viene de la mano de estos últimos, auténticos motores del desarrollo organizativo. Cabe aquí hacer la “parada” para visualizar los “tipos de colaboradores”, a saber:

  • Los tipo “A”
  • Los tipo “B+”
  • Los tipo “B-“
  • Los tipo “C”

Tras la sonrisa esbozada en algunos de los casos, obviamente poco espíritu emprendedor podemos esperar fuera de los grupos A y B+, por lo que tampoco es ni real, ni recomendable tratar de forzar la presencia de emprendedores. En algunos países o zonas geográficas, generalmente, son pocos por causas enraizadas en la cultura, valores sociales, oportunidades o recursos disponibles.

Este espíritu emprendedor se muestra en la capacidad que poseen algunos individuos para detonar cambios, innovaciones, aventuras, o, incluso ver las cosas desde diferentes perspectiva a la habitual, influyendo definitivamente en su ecosistema más próximo ya sea en los niveles de creatividad, en la determinación para generar redes, en la focalización para concentrar intereses. Emprender no es sólo cuestión de crear empresas, de ahí ese espíritu que aboga por cuestiones de liderazgo, de generación de comunidades, de promoción de valores e ideas, reflejo de unas condiciones de identidad colectiva. Las características que componen el perfil emprendedor son variopintas y obedecen a criterios muy estudiados en el fenómeno de liderazgo, no obstante, podemos hablar de una serie de factores o competencias emprendedoras que las estrategias “macro” y “micro” deben promover, manejar y proyectar.

Los tipo A, son personas que siempre están dispuestas a los cambios, a los proyectos nuevos, si les preguntas, ¿te apetecería participar en…? no te dejan terminar, y dicen si. Estos representan más o menos un 10% de la organización.

Los tipo B+ son personas que están dispuestas si se les reconoce su esfuerzo. Es un reconocimiento “blando” (dar las gracias, que sean visibles sus contribuciones, etc.). Por lo tanto te dejan hacer toda la pregunta y te hacen otra relativa a esos reconocimientos. En caso de cubrirles su inquietud la respuesta suele ser “si”. Representan más o menos un 20-30% de la organización.

Los tipo B- son personas que dicen “si” en el caso de que exista un incentivo “duro” (bono económico, vacaciones, días libres, etc.). Son muy directos en el “que hay de lo mío”. Representan más o menos un 40% de la organización.

Los tipo C son personas que ante la pregunta no te dejan terminar y te dicen “no”. Y si les comentas “no sabes lo que te voy a pedir dado que no me dejaste terminar la pregunta”, su respuesta es “me molesta que me preguntes”. Representan más o menos un 10% de la organización.